sábado, 12 de noviembre de 2016

Prensa | Ciudad | Vecinos rechazan la construcción de los edificios, de 28 y 13 pisos

LaNacion | JUEVES 10 DE NOVIEMBRE DE 2016
Otra protesta contra dos torres en el predio de la Villa Roccatagliata
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Actualmente, cursa en la Justicia un pedido para que se interponga una medida cautelar urgente contra el avance de la construcción de las torres; la principal tendrá 28 pisos, en los que habrá alrededor de 350 unidades, y la segunda, 13 pisos. El legislador Gustavo Vera, de Bien Común, presentó una demanda que quedó radicada en el juzgado en lo contencioso administrativo y tributario N° 8, a cargo del magistrado Osvaldo Otheguy, que deberá expedirse próximamente.
"Estamos cuestionando los permisos de obra que otorgó el gobierno porteño porque atentan contra el Código de Planeamiento Urbano (CPU)", explicó a LA NACION el abogado Jonatan Baldiviezo, habitual litigante contra la Ciudad, que acompaña la demanda.
Según el letrado, "la construcción supera el factor de ocupación del terreno (FOT) permitido por el CPU, una de las torres tiene más altura que la autorizada y, además, se ocupa en gran proporción el pulmón de manzana, algo que también está prohibido".
Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño respondieron a LA NACION que la Justicia se expidió en tres instancias distintas a favor del desarrollo de la obra y que se avaló, así, la autorización expedida por la Dirección General de Interpretación Urbanística para darle el visto bueno al proyecto.
"Para evitar estos problemas, en diciembre enviaremos a la Legislatura el proyecto de reforma del Código de Planeamiento Urbano para que sea discutido", agregaron los voceros.
Además de los cuestionamientos a las características técnicas del megaproyecto, los vecinos más movilizados se muestran disconformes con la construcción de esas dos torres modernas justo alrededor de la histórica casa.
El inmueble, que data de 1900, pertenecía a la familia Roccatagliata, también propietaria de la tradicional Confitería del Molino. En un primer momento, cuando esa zona de Coghlan estaba "alejada" del centro de la ciudad, era utilizada por los miembros de la familia como una estancia de fin de semana, ya que contaba además con un extenso parque.
"Logramos que en septiembre de 2013 la Legislatura aprobara una ley, la 4687, que le otorgó resguardo a la Villa Roccatagliata, un gran testimonio histórico para nuestro barrio", contó Isabel D'Amico, una de las demandantes, a LA NACION. Sin embargo, la norma habla del "edificio" -es decir, del palacio en sí- al que le brinda protección cautelar, no así del resto del predio.
La mujer, que junto a otros vecinos pedían que el lugar se transformara en un centro cultural y que el parque se convirtiera en un espacio verde público, se quejó: "Durante todo el proceso legislativo se habló de proteger el predio en su conjunto, pero el resultado fue otro. El diputado Camps [Adrián, Socialista Auténtico] solicitó luego que se modificara ese punto de la ley".
El caso no resulta excepcional sino que, tal como publicó LA NACION el sábado pasado, suceden con mayor frecuencia: grandes proyectos inmobiliarios se levantan encima o en el entorno de pequeños edificios que, por su valor arquitectónico, no pueden ser demolidos.
Algunos especialistas en preservación patrimonial consideran que esos proyectos degradan los inmuebles protegidos; otros sostienen que son un recurso que permite preservar propiedades que, por sus altos costos de mantenimiento, resultan de muy difícil conservación para sus dueños.

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