martes, 18 de septiembre de 2018

Prensa | Ciudad | Por el nuevo Código Urbanístico cambiará el negocio inmobiliario

La reforma del Código Urbanístico fue aprobada en primera lectura en la Legislatura.
18/09/2018 | Clarin.com | ARQ | Voces a favor y en contra
Modificaciones. El límite de altura de las torres
es uno de los puntos más cuestionados del nuevo Código
Por el nuevo Código Urbanístico cambiará el negocio inmobiliario en la Ciudad de Buenos Aires
Las nuevas normas modifican el panorama para desarrolladores y brokers - Desde la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos, el arquitecto Damián Tabakman, su presidente, asegura que están muy entusiasmados y ansiosos con los futuros códigos Urbanístico y de Edificación.

El pasado 6 de septiembre, la Ley de Reforma del Código Urbanístico (CU) y del Código de Edificación (CE) fue aprobada en primera lectura y, aunque la oposición la rechazó en forma contundente (20 votos en contra y 6 abstenciones), Tabakman afirma que el debate ya quedó atrás. “No estamos de acuerdo con algunas cosas, pero damos ese tema por saldado y lo que queremos es tener un marco normativo claro y transparente lo antes posible”.
 Desarrolladores, inversores, constructores y arquitectos coinciden en que la situación actual es muy perjudicial porque genera incertidumbre. “Cuanto antes se apruebe definitivamente el nuevo código será mejor para nosotros”, afirma Tabakman.
 Para Darío López, arquitecto y desarrollador, hubiera sido interesante discutir los códigos más a fondo pero concede que “es mejor que nada”. “Está la posibilidad de ir mejorándolo luego de que se promulgue”, aclara, haciendo referencia a que la normativa nueva establece enmiendas parciales. ...
 Para la arquitecta Magdalena Eggers, especialista en normativas, el CE es el que más problemas presenta. “Se vende como el código del futuro. Pero basta, no es así”, y explica que, según el código de 1942, las habitaciones de una vivienda podían tener 10 m2 y las restantes 6 m2 y que las normas mínimas de habitabilidad que se aprobaron en 1979 –con el objeto de frenar la especulación inmobiliaria– impusieron medidas mínimas para cada tipo de ambiente, que años más tarde se ajustaron a la realidad de los terrenos de 8,66m, y que hasta hoy se verifican. “Ahora el estar comedor puede tener 9 m2 en lugar de 16 m2, y un dormitorio principal va a poder tener 7,50 m2 (en lugar de 10 m2), con lado mínimo de 2,50 m (¡incluido el placard!), y restarle a ese ancho una tolerancia del 3% por razones constructivas”, detalla.
Eggers agrega que en las condiciones de iluminación sigue sin establecerse una relación máxima entre ancho y profundidad de un local (o por lo menos exigir mayor iluminación). “Sabemos que en el mercado se diseñan ambientes de 3 m de lado con 10 o 12 m de profundidad, con una ventana en el extremo. Además, este proyecto beneficia con la reducción en un 20% de la superficie de iluminación de los locales que están bien orientados, en lugar de castigar ampliándola en los que no lo están.
Y por si no quedan dudas sobre las pérdidas de condiciones de habitabilidad, se van a permitir locales en sótanos ventilando a patios”, advierte.
 A su vez, Ludueña ve algunos puntos oscuros desde el punto de vista de la planificación. “La configuración de una red de alta densidad con promoción para la ampliación del Área Central atenta contra la conformación de nuevos subcentros que evitarían la necesidad de grandes desplazamientos al trabajo. Incluso la idea de macromanzanas, al supuesto estilo Barcelona, son MegaMacromanzanas con precintos de alta densidad, deslocalizando los usos mixtos a su interior para su relocalización en los bordes y de-constituyéndose como unidades ambientales con usos diversos”.

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