13/02/2020 - 10:01
Cambiará la fisonomía de zonas de casas con jardín y de áreas industriales. Se discute en Audiencia Pública el 25 de marzo.
Si trazamos la volumetría permitida por el anterior Código de Planeamiento Urbano sobre la Ciudad de Buenos Aires, salta a la vista que la capacidad constructiva que permitía este código se encontraba muy por encima de la real. Sin embargo, uno de los objetivos del Código Urbanístico que acaba de cumplir un año era aumentarla. Es cierto que el código morfológico es más previsible para inversores y vecinos, y también está claro que ante el avance de la concentración humana en las ciudades, la respuesta es densificarlas.
Se entiende lo de reforzar las alturas en las avenidas, lo de eliminar el FOT –que constituía un valor mentiroso–, pero no se comprende el cambiar la fisonomía e identidad de barrios enteros sin justificación expresa, sin consultar a los entendidos en temas urbanos, y sin inscribirse en un plan urbano actualizado.
En contra de los lineamientos sustentables, se pretende que la gente que no quiere vivir en palomares se mude a los suburbios generando un costo de movilidad altísimo en términos energéticos. Y que se demuelan edificios enteros porque no se ajustan al nuevo pulmón de manzana que por suerte ahora se debe respetar a rajatabla. Si bien las nuevas construcciones deben contemplar los edificios existentes, los cambios abruptos de alturas respecto al anterior código multiplicarán las numerosas disrupciones que generan los nuevos edificios en un entorno que todavía no justifica su renovación.
En definitiva, generar un Mapa de Edificabilidad y Usos no es un problema estético, en el que las avenidas llevan un color, las manzanas linderas otro y lo que queda entre medio de ellas en otros tonos: amerita un análisis consciente de las preexistencias y del futuro al que se apunta, incorporando todas las variables involucradas que incluyan el transporte y los servicios públicos, y los impactos que estas leyes van a generar sobre la trama de la ciudad y sus habitantes. La decisión de cómo debe ser la ciudad no puede tomarse desde un escritorio, tiene que incluir el aporte interdisciplinario de expertos e instituciones que lo validen frente a las futuras generaciones.
Por ahora, la propuesta de modificación al Código Urbanístico aprobada en primera lectura en diciembre pasado ni menciona la posibilidad de efectuar revisiones a este Mapa. Sería una valiosa oportunidad para hacerlas.
La audiencia pública por el proyecto de modificación del Código Urbanístico es el 25 de marzo y los interesados en expresar sus opiniones deben inscribirse a partir del 20 de febrero en https://www.legislatura.gov.ar/audiencia/98
Más Información: https://www.clarin.com/arq/arquitectura/identidad-barrios--riesgo-nuevo-codigo-urbanistico_0_2fTtz68H.html
Más Información: https://www.clarin.com/arq/arquitectura/identidad-barrios--riesgo-nuevo-codigo-urbanistico_0_2fTtz68H.html
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